Lorem ipsum dolor amet, consectetuer adipiscing elit. Aenean commodo ligula eget dolor massa. Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus.

Baker

Follow Us:

Santosha

Muy felices fiestas y un excelente año nuevo!

A medida que llega diciembre y el año se va terminando, de alguna manera nos involucramos en modo de evaluación, creado mayormente por el apego al calendario que de alguna manera nos ayuda a hacer nuestras vidas más fáciles y organizadas. Es bastante sorprendente lo mucho que este apego puede fundirse con las emociones y elevar nuestro nivel de ansiedad. Pero la verdad es que la mayoría de nosotros, en esta época del año, estamos inmersos en estas emociones mixtas relacionadas principalmente con el paso del tiempo. Nada será particularmente diferente el primero de enero, pero en este momento de evaluación, nos preguntamos si hemos sido suficientes, si hemos hecho todo correctamente, si hemos prosperado en el 2018. Según mi apreciación, hay dos fuerzas que juegan detrás de esto. La fuerza de Ahankara, o nuestro ego, y la fuerza de Atman, o nuestra presencia interior, más comúnmente conocida como el alma.

La fuerza del ego dice: «Quiero ser mejor». . . que tú, que ellos, que eso, que aquello o que cualquier otra cosa. Se basa en la comparación y, por lo tanto, trae decepciones, nunca podemos estar lo suficientemente satisfechos, sin importar cuán exitosos seamos. La fuerza de Atman, o el alma, susurra: «Quiero ser mejor» … solo eso. Diferencia sutil, pero aún poderosa. Es intrínseco en nosotros ser y hacerlo mejor. Mejores papás, mejores mamás, mejores hijos, mejores hijas, mejores amantes, mejores hermanas, mejores amigos, mejores trabajadores, mejores seres humanos. Esta es la fuerza de Atman en la cual, según el yoga, las semillas de la memoria y el deseo duermen. En este segundo caso, aun así sentimos cierta decepción como parte de nuestra evolución: esta necesidad de refinarnos a través de la existencia y en esa evolución fallamos una y otra vez. En su libro «Así hablaba Zarathustra» publicado en 1883, Frederick Nietzsche escribió:

«Amo a quien quiere crear a alguien superior a Él y de esa suerte sucumbe”.

Hay un remedio para estos dilemas, y se llama «Santosha», el segundo de los cinco Niyamas o reglas de comportamiento personal. Santosha significa satisfacción, regocijo. Alistair Shearer lo describió como: «La ecuanimidad que ve las cosas como son, sin distorsiones por expectativas, necesidad o temor». Cultivar  Santosha entonces traerá un gran énfasis hacia la ecuanimidad, una mejor manera de desarrollar la observación en lugar de la evaluación. Porque cuando observamos, nos apartamos de los juicios intelectuales que son, al final, una construcción de nuestra mente. El espíritu de satisfacción también refresca la expansión radiante de nuestra alma en su hermoso viaje hacia la luz.

Cada mañana, a medida que nos levantamos, tenemos la oportunidad de elegir entre Santosha o Decepción. Al igual que con todos los Yamas y Niyamas, la satisfacción y el regocijo debe ser cultivado con paciencia, humildad, disciplina y alegría.

¡Les deseo muy felices fiestas y un excelente Año Nuevo lleno de Santosha!      

¡Viva la Vida!

Diego Gesualdi   

POST A COMMENT