Serie de sanación emocional – Desapego

Nuestro viaje en este planeta es un viaje a la materia. Vinimos aquí para disfrutar de la materia a través de nuestro sistema de percepción, y en ese viaje nos perdemos, porque es extremadamente fácil perderse en el apego. Percibimos la belleza del cielo por la noche y nos perdemos en el apego. Percibimos la belleza de un cuerpo humano y nos perdemos en el apego. Todas nuestras experiencias sensoriales nos conducen hacia este problema central en nuestra vida, el apego.

El problema es que el apego está inextricablemente embebido en nuestras emociones hasta el punto de tener el poder de gobernar nuestra mente y por lo tanto nuestra vida. El libro sagrado “Upanishads» expresa en el Chandukya Upanishad los siguiente: «Somos lo que nuestro más profundo deseo es; así como nuestro deseo es, es nuestra voluntad; así como nuestra voluntad es, son nuestras acciones; y así como nuestras acciones son, así es nuestro destino». En nuestro camino hacia el deseo, la materia desempeña un papel clave, ya que todos tenemos deseos muy arraigados en nuestro ser, para explorar la materia en todas sus diferentes formas y cualidades.

No hay nada malo en el deseo hasta que nos apegamos. Entonces el sufrimiento comienza, ya que tememos que nuestro objeto de apego no sea alcanzado. Si pudiéramos explorar y entender cómo funcionan nuestros mecanismos mentales más sencillos, entonces también sería simple para nosotros mejorar nuestros pensamientos, lo que en gran medida funcionaría a nuestro favor. Estos mecanismos no se detienen, los pensamientos no se detienen, pero pueden ser conducidos hacia la belleza en lugar de la fealdad.   Como todo en la vida, es absolutamente posible crear tales transformaciones.  La consciencia es crucial en este proceso.

Y de esto se trata la meditación, el proceso de ser más conscientes, de refinar nuestro ser hacia la conciencia. En su libro «Don Juan», Carlos Castañeda se refiere a este concepto como la forma depredadora en que el universo nos empuja hacia la conciencia. El universo, según los chamanes, quiere que seamos cada vez más conscientes.

Así que para trabajar en el desapego primero necesitamos entender cuáles son nuestros lazos. ¡A que estamos apegados!

Este es el comienzo del proceso, poder reconocer nuestros lazos y dejarlos ir. Entonces, el desapego se hace presente y la vida se vuelve mucho más interesante, porque a través del proceso de entender el desprendimiento, también podemos comenzar el proceso de manifestar una vida de propósito. El desapego es la clave para manifestar nuestros deseos. Cuando entendemos que no manejamos los resultados, nuestras intenciones y deseos pueden manifestarse si preparamos el terreno fertil para plantar esas semillas. La meditación es el agua dulce para esa preparación, nuestro corazón el suelo fértil y nuestras intenciones y deseos las semillas que sembramos.

Johan Wolfgang von Goethe escribió:

«Hasta que uno se compromete, hay vacilación, la oportunidad de retroceder… En el momento en que uno se compromete definitivamente, entonces la Providencia también aparece. Todo tipo de cosas ocurren para ayudarnos, que nunca habrían ocurrido de otra manera. Lo que sea que puedas hacer, o soñar que puedas hacer, comiénzalo ya. La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora mismo”.

Diego Gesualdi y Debbie Wacks